El Estilo Mysore

Una de las prácticas centrales del yoga es Pranayama: la ciencia del control de la respiración, o más exactamente, la manipulación de prana, la energía vital, a través de ejercicios de respiración. Pranayama requiere un mínimo de esfuerzo físico, pero permite aumentar el aporte de oxígeno. El mayor flujo de oxígeno llega hasta la última célula del cuerpo. De ahí que se diga que pranayama regenera las células del cuerpo, aumenta el bienestar y ayuda a sanar. Al centrarse en la respiración, la mente se calma y se abre. Otro beneficio es el desarrollo de la capacidad de concentración, lo que ayuda a relajarnos. Remueve los pensamientos y las emociones negativas, brindando una sensación de paz y armonía internas.

 

Ujjayi es la técnica mas importante dentro de la práctica de Ashtanga Yoga y especialmente útil para enfocar nuestra atención. En la respiración Ujjayi, que significa victorioso, contraemos ligeramente la parte posterior de la garganta, concretamente la glotis. Este tipo de respiración produce un sonido en la garganta que es similar al sonido del mar. Por eso se llama a veces también respiración oceánico.

Este tipo de respiración nos ayuda a anclar nuestra atención en el movimiento continuo y fluido de nuestra respiración, permite utilizar toda la capacidad pulmonar, calentar el aire (por lo tanto, llenarnos de energía) y traer calma y tranquilidad a la mente. Cuando se domina, su fluidez convierte el sonido Ujjayi en un Mantra que acompaña toda la práctica y transforma esta serie de posturas en meditación. Mientras se respira y se mantiene la atención en el aire, los pensamientos cesan su actividad; solo existe respiración y movimiento. 

La forma más fácil de aprender la respiración Ujjayi es así:

Abriendo la boca y respirando por la boca como si estuviéramos tratando de empañar un espejo frente a nosotros, respirando así escuchamos el sonido en la parte trasera de la garganta. Relajando el cuello, aflojando la mandíbula y la boca y respirando de esta forma varias veces hasta que sentimos que la respiración fluye suavemente. Juntando los labios ligeramente. Continuamos respirando sin sobresaltos por la nariz mientras escuchamos el sonido de nuestra respiración, verificando que no estamos creando ninguna tensión en la cara, el cuello o la garganta.

 

Al empezar a practicar la respiración Ujjayi, es posible que tengamos una tendencia a hacer el sonido más fuerte de lo necesario. Si tenemos en cuenta que estamos usando el sonido para concentrarnos y para observar nuestra respiración, entonces es claro que el sonido no debe ser fuerte, sino que simplemente debemos poder oírlo. 

Anclamos nuestra práctica en la integridad de nuestra respiración, poniendo siempre atención a la calidad de cada inhalación y cada exhalación. Cuando el flujo de la respiración esta firmemente establecido podemos escoger que sea la respiración la que inicia cada movimiento y así sincronizamos de manera optima nuestros movimientos físicos con los movimientos de nuestra respiración. 

Beneficios de la respiración Ujjayi:

  • Enfoca nuestra atención en el momento presente
  • Ayuda a verificar que nuestra respiración es fluida y continua
  • Al restringir el paso de aire, fortalece los pulmones
  • Incrementa gradualmente la flexibilidad de nuestros pulmones
  • Fortalece los músculos abdominales
  • Ayuda a mejorar la concentración
  • Da una calidad de meditación a nuestra práctica

Como en los demás aspectos de la práctica del Yoga, no hay necesidad de forzar la respiración cuando hacemos Ujjayi. Es más, la respiración ujjayi siempre debe ser íntegra, es decir, no debe ser forzada, tensa, y tampoco debe desplomarse. Además, al mejorar la calidad de nuestra atención nos muestra con mayor claridad nuestros estados físicos, mentales y emocionales. Por consiguiente, podemos ajustar nuestra respiración de la manera más apropiada a nuestras necesidades y circunstancias, tanto en nuestra práctica de Yoga como en nuestra vida cotidiana.